Un día, hace tiempo, fue preciso aceptar abandonar los límbos etéreos del vientre materno. Esta fue la primera pérdida.
Desde ese momento, la vida nos enseña que, igual que existe el contacto o el encuentro, existe la despedida. Año tras año, desde el día de nuestro nacimiento, no paramos de añadir una línea a la lista, de todos estos duelos, estas separaciones, de todas estas pérdidas del pasado: la despedida de la Read the rest of this entry »