Un científico vivía preocupado por los problemas del mundo. Pero pasaban los años y no encontraba la solución.
Cierto día, su hijo de siete años invadió su laboratorio decidido a ayudarle a trabajar. Y ante la imposibilidad de sacarlo de ahí, el científico arrancó una página de una revista en la que aparecía una imagen del mundo y la recortó a modo de puzle en decenas de pedazos. «Mira, hijo, aquí tienes el mundo todo roto. El juego consiste en que lo recompongas de nuevo». Read the rest of this entry »